25Jan
25Jan
¿CÓMO PROCEDER CUANDO ESTAMOS EN EL PUESTO?
Cuando vamos al puesto, es fundamental hacerlo en el mayor silencio posible y haciendo el mínimo ruido posible al andar. Evitaremos así, en la medida de lo posible, ser detectados por las piezas de caza y correr el riesgo de que emprendan la huida en otra dirección a la natural o hacia otro puesto de la mancha.
Una vez en el puesto, es recomendable localizar al resto de compañeros de montería o batida e indicarles nuestra posición exacta. Una gran recomendación, por seguridad, es marcar nuestra posición con una prenda de alta visibilidad que evitara que a lo largo de la montería algún compañero pueda olvidarse de nuestra posición ante un lance inesperado. Recordemos también que en muchas comunidades autónomas es obligatorio el uso de una prenda de seguridad de alta visibilidad para evitar accidentes de caza.
Bien, ya estamos en el puesto y nos hemos puesto la prenda de seguridad. Mediante los prismáticos otearemos toda la zona visible desde nuestro puesto y esto nos permitirá localizar compañeros de caza, ver las posibles veredas que tienen marcadas las reses para su desplazamiento por la mancha, etc. Además dicha observación nos permitirá enjuiciar, antes de la suelta, cuáles son las mejores zonas de tiro de nuestro puesto y en cuáles podemos tirar y en cuáles no.
Acto seguido procederemos a cargar el rifle y prepararemos todo lo que podamos usar en el desarrollo de la montería o batida, es decir, nuestros cargadores y la munición adicional, dejándola en un lugar de rápido acceso sin perder de vista ni un minuto el entorno del puesto. Prepararemos la ropa que podamos necesitar, la comida y todo lo necesario para que, una vez que empieza la montería y se produzca la suelta, nada nos robe ni la atención ni la concentración.
En el puesto también es muy recomendable que los teléfonos móviles estén en silencio. En el monte, el sonido digital de un teléfono es audible por las reses a mucha distancia y les permite localizarnos con gran precisión.
Bien, ahora que ya tenemos el arma cargada y todo el resto de complementos preparados y dispuestos fuera de la mochila o zurrón, es recomendable que nos pongamos 4 o 5 balas en un lugar de rápido acceso, las cuales servirán sólo para cuando debamos realizar una carga rápida del rifle. De lo contrario, en situaciones de tiro normales iremos a municionarnos a la caja o cartuchera que hayamos dejado preparada en el suelo junto a nosotros. Hay situaciones en las que es necesario cargar de nuevo con suma rapidez y para eso, nada mejor que llevar en un bolsillo del lado de la mano con la que realizamos la carga 4 o 5 balas siempre preparadas, pero para eso es fundamental que en ese bolsillo solo haya las balas, y nada más que entorpezca su dispensación rápida y carga posterior.
Cuando hayamos abatido a un animal, no nos moveremos del puesto para ir a verlo o marcarlo bajo ningún pretexto: esa labor la realizaremos al acabar la montería y con una previa notificación a los puestos de al lado. Simplemente recordaremos mentalmente el lugar donde ha caído abatida la pieza para después poder acudir. En los días de fortuna en los cuales conseguimos abatir varias piezas, un método fácil es hacer un círculo en el suelo y con una flecha marcar nuestra posición a modo de reloj indicando las 12:00h. Entonces, cada vez que abatimos una pieza colocamos una vaina en la dirección correspondiente al lugar donde ha caído abatida la pieza, por ejemplo: Hacemos un circulo en el suelo y marcamos nuestra posición con una flecha indicando las 12:00h y si de pronto abatimos una pieza en la posición de las 9:00h, colocamos una de las vainas del cartucho disparado en la zona correspondiente a las 9:00h del circulo que hemos marcado a modo de reloj, y así sucesivamente.
No sería la primera vez que al finalizar una montería se queda alguna res sin recoger por no habernos acordado de su localización. Eso sí, al finalizar la montería debemos recoger todo lo desechable que hemos generado y ahí están incluidas las vainas de los cartuchos disparados. Los cazadores debemos sensibilizarnos con el medioambiente y tenemos la obligación de dar ejemplo, no dejando nada en el campo que no sea de éste. Cuando llegamos a un puesto, nos gusta encontrarlo limpio de residuos y cualquier desecho de otra montería anterior, por lo tanto hagamos lo mismo nosotros y al abandonar el puesto retiremos todo los desechos que hallamos generado durante la montería (plásticos, envases metálicos, vainas de cartuchos, etc.)
¿QUÉ ME LLEVO AL PUESTO?
Empezaremos por recomendaros que, para ir al puesto, es aconsejable llevar el arma o las armas debidamente enfundadas: eso no solo protegerá nuestras armas ante caídas accidentales, sino que además transmite seguridad y confianza al resto de monteros del grupo que se desplaza con nosotros. Por lo tanto, para ir al puesto armas enfundadas y zurrón colgado a la espalda.
¿Y qué llevamos al puesto? Bien, pese a ser ésta una cuestión muy personal, nuestra recomendación es que en el zurrón debemos de llevar: Munición, comida y agua, prismáticos, ropa, cuchillo de remate y navaja, silla de espera, bolsa para recoger los desechos y, como no, nuestra documentación en regla y vigor.
Definamos ahora cada una de las recomendaciones descritas:
- Munición: Según sean las expectativas de la montería, deberemos llevar más o menos munición y no excediendo nunca de los 40 cartuchos en el mejor de los casos, aunque en la mayoría de ocasiones con 20/25 cartuchos tenemos más que suficiente. No por tirar más, mataremos más o seremos mejores monteros.
- Comida y agua: Pese a haber desayunado con anterioridad en la Junta, es recomendable llevar “el taco” y agua al puesto. El agua no sólo nos servirá para nosotros, es un bonito detalle para cuando pase algún rehalero poder ofrecerle un trago de agua para mitigar su sed. Además, si la montería se alarga evitaremos tener hambre al final de la misma. Como decía es un bonito gesto ofrecer al rehalero un trago, ya que sin ellos nada tiene sentido y el resultado de la montería depende de su trabajo.
- Prismáticos: Fundamentales para localizar compañeros, divisar la mancha a cazar, ver la huida de las reses y disfrutar del lance de algún puesto vecino.
- Ropa adecuada: Al puesto tenemos que ir con la ropa justa para no tener frio al andar y evitar sudar mientras llegamos a él. Una vez allí, podremos ponernos la ropa que necesitemos. Es recomendable llevar un par de prendas de abrigo y a ser posible con fibras de última generación impermeables. Hay 2 sensaciones muy nefastas en el puesto, el hambre y el frio, las cuales pueden hacer que una montería se haga larga o corta y por eso debemos combatirlas de antemano.
- Cuchillo de remate y navaja: El cuchillo de remate se usará sólo para rematar una pieza que esté cogida por los perros y evitar así su sufrimiento innecesario, ya que si está cogida por los perros es una temeridad rematarla de un nuevo disparo. Debemos recordar que si tenemos que abandonar el puesto para rematar una pieza, debemos notificarlo a los puestos de al lado. Si tenemos miedo para entrar a cuchillo a rematar una pieza, mejor lo dejamos para el rehalero o el secretario si disponeos de él en la montería. En cualquier caso, la acción de remate a cuchillo debe ser rápida y enérgica, el cuchillo se debe colocar justo detrás del codillo y en la parte baja de la cavidad torácica (justo por encima del esternón) y se debe introducir con energía ligeramente oblicua y en dirección hacia la parte delantera del codillo opuesto. Recordemos que en posición normal y salvo que la pieza esté echada, sus órganos vitales están situados ligeramente bajos dentro del tórax. No se debe entrar a rematar a cuchillo con el rifle en la otra mano. Si la llevamos libre, podemos sujetar la pieza impidiendo que esta se revuelva, por ejemplo cogiendo la pata trasera del lado que realizamos la entrada de remate si es cochino, o cogiendo el cuerno del mismo lado si es venado. La navaja es fundamental no solo para comer, también nos sirve para marcar las reses al finalizar la montería y marcar la zona donde se encuentran éstas.
- Silla de espera: Nuestra recomendación es usar la típica silla de montería de tres patas, bien sea en cuero y madera o en materiales más ligeros, como aluminio y tejido sintético. La altura de la silla dependerá de la estatura de la persona, pero debe permitirnos levantarnos con rapidez y comodidad. Para eso, nuestra postura una vez sentados debe ser que las rodillas queden a la altura de los glúteos o ligeramente por debajo de estos. Una silla que deje nuestros glúteos por debajo de las rodillas, no solo no es cómoda, sino que además no nos permite levantarnos rápidamente y con comodidad de forma natural.
- Bolsa para desechos: Cuesta muy poco poner en el zurrón una bolsa de basura y utilizarla para poder poner ahí todos nuestros desechos, incluidos casquillos, y llevárnoslos una vez abandonemos el puesto para volver a la Junta. ¡Mantengamos el campo limpio!
- Documentación: Licencia de armas, licencia de caza de la comunidad autónoma donde se celebra la montería, seguro de responsabilidad civil y nuestro DNI. Es imprescindible llevar toda esta documentación siempre consigo y tenerla en vigor y actualizada. En la cartera donde llevemos la munición también podemos poner una pila de recambio para nuestro visor (¡siempre se agotan cuando estamos en el puesto!). Dado que mayoritariamente todos llevamos los teléfonos con código Pin o bloqueo de seguridad, un papel con un par o tres de números de teléfono a quien avisar si nos pasara algo, no están nunca de más.
Como decíamos anteriormente, una vez en el puesto lo primero es disponer de todo este material para poder ser usado de inmediato de forma rápida y cómoda.
¿CÓMO ME COMPORTO EN EL PUESTO?
Cuando divisemos una pieza que se acerca a los puestos, dejémosla cumplir y no disparemos antes de tiempo: si se dirige a otro montero le entorpeceremos el lance y si se dirige a nosotros la dejaremos cumplir al máximo. Por lo tanto, seamos monteros y respetemos la entrada de las piezas y dejémoslas cumplir.
Bajo nuestro punto de vista, la mejor sensación en un puesto es cuando disfrutamos viendo venir la pieza y la dejamos cumplir al máximo disfrutándola en todo su esplendor. Además nos permite juzgar por más tiempo la calidad de la misma, si debemos o no disparar. Por otro lado, si la dejamos cumplir es más fácil conseguir su abate sin sufrimiento.
No es mejor montero el que mata más lejos, sino el que respeta la entrada de las reses y no dispara hasta haberlas dejado cumplir al máximo. Corramos la mano y adelantemos lo necesario para poder alcanzar en plenitud los órganos vitales, ya que es mejor pecar de adelantar en exceso que quedarnos cortos en el tiro. En el primer caso, si alcanzamos la pieza suele caer fulminada y en el segundo, si la alcanzamos suelen ser tiros traseros y la pieza no cae fulminada.
Una vez hayamos disparado y abatido la pieza, carguemos nuevamente de inmediato. En ocasiones, la pieza mal herida puede emprender la huida o puede venir una nueva detrás de esta.
Si creemos que una pieza la hemos abatido nosotros y la ha rematado el puesto de al lado, dejemos la notificación al montero en cuestión para el final de la montería. La pieza siempre es de quien hace la primera sangre, por lo tanto deberemos localizar dónde empezó a dar sangre la pieza y comprobar si ha sido de un disparo nuestro o de un disparo de otro puesto. En los casos en los que se disparen simultáneamente 2 puestos sobre una pieza, se deberá comprobar en la primera sangre en qué lado de la res se muestra ésta y si es fruto de entrada o salida de impacto. Obviamente, debemos comprobar sobre la pieza abatida qué trayectoria ha llevado el tiro y como se ha comportado en el animal. Si finalmente no nos ponemos de acuerdo, deberemos marcar la pieza y comentarlo con el orgánico en la Junta para que éste actúe como juez y determine la propiedad de la misma.
En definitiva, si contamos con todo lo necesario y todos nos comportamos como debemos en el puesto, disfrutaremos al máximo del tiempo de caza y podremos celebrar la montería o batida de la mejor forma posible.